Guindero se hizo su primer tatuaje a los 18 años e inmediatamente quiso saber más sobre tatuar, pero en ese momento nadie se mostró interesado en enseñarle. Terminó estudiando Diseño Gráfico y trabajando en publicidad. Finalmente tuvo la oportunidad de aprender a tatuar, 8 años más tarde, cuando el artista acababa de completar el tatuaje de su brazo, le ofreció enseñarle. 

"Me encanta ver cómo el nivel crece cada día, y eso me hace seguir adelante".

Al proceder de una familia de artistas, nunca se planteó hacer otra cosa que no fuese dedicarse al arte. Se inspira principalmente en el arte japonés en todas sus variaciones y en el arte europeo de su entorno. 

Su estilo sigue evolucionando inspirado en su amor por el dibujo, la pintura y el tatuaje. Su mayor salto como artista lo dio tras decir adiós a trabajar sin cita previa y dedicarse únicamente a proyectos individuales.