Diogo Nunes
Diogo Nunes comenzó a dibujar a los tres años animado por su madre, pues era la única forma de que estuviera callado.
"Permanece fiel a tu personalidad porque eso se reflejará en tu trabajo con el paso de los años".
Se hizo su primer tatuaje cuando su padre murió y Diogo tenía solo 16 años. Fue entonces cuando conoció a su mentor, Artur Figueiredo, que también había perdido a su padre siendo muy joven. Diogo mostró su interés por tatuar, de modo que Artur le dijo que volviese cuando hubiera acabado los estudios a los 18 años. Diogo acabó enamorándose del realismo y desde entonces no ha echado la vista atrás.
"En el realismo vemos cómo la calidad crece cada día, lo que nos motiva a ser mejores".